La Unión Europea ha puesto fin al roaming o la llamada itinerancia en Europa. El pasado 7 de abril el Parlamento Europeo aprobó la última fase legislativa, que ha concluido este pasado 15 de junio. En estos últimos años, este anhelo europeo ha supuesto grandes esfuerzos para convertirlo en una realidad: han existido demasiados retos, retrasos y fuertes negociaciones con los diferentes operadores, que han ido cambiando el proyecto inicial que se planteó. ¿Pero cuáles son al final las condiciones que se han aplicado para terminar con el roaming en la eurozona? Vamos a repasar la evolución y los resultados de la noticia.
En este post podrás leer:
¿Qué es el roaming?
El roaming es un servicio que tienen los usuarios de las operadoras para seguir manejando las capacidades telefónicas de su dispositivo móvil (llamadas, SMS, conexión de datos…), fuera del país que se lo está ofreciendo y dentro de la tarifa que tiene contratada cada cliente.
Antes de la finalización del roaming en la Comunidad Europea, las operadoras les cobraban un sobrecoste a los clientes por el uso que hicieran del servicio en el extranjero. Cuanto más lo usaban, más les subía la factura. Incluso muchas personas no eran conscientes del coste que tenían que asumir en algunas ocasiones. Aunque la justificación que hacían las empresas operadoras estaba argumentada en gran parte a que las compañías extranjeras les cobraban también a ellos si un usuario de su compañía hacía uso de su red.
Desde que la UE quiso poner en marcha la eliminación del roaming, se comenzaron a reducir los precios de este servicio de una forma gradual, que se produjo de manera continuada y constante, hasta llegar a la situación de hoy.
Adiós al roaming: cómo afecta al usuario
El proyecto se ha logrado y afecta a todos los países de la Unión Europea. Los clientes deben saber que si disponen de una tarifa prepago o de contrato, no tendrán un sobrecoste al hacer llamadas y enviar SMS, pero con los datos el asunto es más complejo, ya que tendrá que ver con los cálculos de las tarifas de sus operadoras telefónicas. Y este hecho ocurre en Europa al no haber conseguido llegar a un acuerdo firme con estas empresas, para poder usar el servicio sin restricción alguna en todas las tarifas de datos.
Solamente en algunos casos podrán cobrar un extra cuando se llegue al límite que se producirá a través de un cálculo en base a la tarifa contratada por el usuario. Para hacerse una idea, el recargo se sitúa en los 7,7 € por GB y en un precio que podrá ir bajando hasta los 2,50 € en 2022.
Cómo calcular el límite gratuito de GB
Para averiguar si podremos utilizar la totalidad de los datos que tenemos contratados con nuestras compañías telefónicas, debemos calcular el precio sin el impuesto del IVA y dividirlo entre el número de GB que actualmente tenemos en nuestras tarifas. Si esta división da como resultado un número que sea mayor a 3’85 no hay ningún tipo de problema, porque no tendrán restricciones.
Si por el contrario el número es menor a 3’85, se debe dividir el precio sin IVA de nuestra tarifa entre el precio máximo de recargo por GB y multiplicar el resultado obtenido por 2. El número que nos salga será la cantidad de GB que podremos utilizar sin la menor duda cuando estemos en el extranjero, fijando el límite gratuito que tenemos. A partir de ese número se aplicará un sobrecoste en la tarifa.
En cualquier caso, el disfrute del fin del roaming está regulado por las cláusulas de uso razonable. Esta ventaja permitirá a los clientes con móviles de segunda mano baratos y libres viajar por la UE sin notar un impacto considerable en sus tarifas.